Los partidos tras jornada de selecciones suelen venir con trampa. Jugadores cansados que apenas acumulan un entrenamiento junto a sus compañeros y que tras encuentros de mucha tensión competitiva no terminan de entrar en la dinamica de su club suelen protagonizar partidos cargados de imprecisiones y escaso nivel físico. A ese guión se ciñó el partido del Bernabéu, lo malo es que es lo que se esperaba no por el parón de selecciones, sino porque es lo que viene ofreciendo este Madrid de Pellegrini desde comienzo de temporada.
El Madrid saltó al campo dispuesto a encarrilar el partido muy pronto y sus primeros veinte minutos parecieron alejar fantasmas pasados. Con cuatro centrocampistas el Madrid era dueño y señor del balón, y lo movia con criterio mientras el Valladolid se desfond
aba en una presion tan constante como poco efectiva.
aba en una presion tan constante como poco efectiva.
Uno de los más destacados en ese arraque fulurante era Granero, que recostado en la banda derecha era una pesadilla constante para la zaga vallisoletana, en el minuto 13 tras una brillante jugada individual en la que desbordaba a su par, el Pirata ponia un magnífico balón a Raúl que con un sutil toque alojaba el balon en la porteria de Jacobo.
Ni cinco minutos habian transcurrido y con el Valladolid tratando de digerir el primer gol del madrid cuando Marcelo se internaba por la izquierda, ponia un gran pase atrás y Raúl llegando en carrera y al primer toque volvia a colocar el balón en la red. Doblete del capitán para celebrar su partido oficial 711 con la camiseta blanca, convirtiendose así en el jugador con más partidos oficiales en la historia del club.
Con el 2-0 el Madrid pareció dar por terminado el partido... Raúl desaparecido, Benzemá que dudo de si hizo acto de presencia en algún momento, Lass que andaba dormido y Xabi Alonso dando más pases malos que buenos, el Madrid era un caos absoluto que no jugaba a nada y dejaba jugar demasiado. Una falta peligrosisima en la frontal del área permitia al Valladolid acortar distancias en el minuto 28 con un golazo de Nauzet Alemán que puso el balón en la mismisma escuadra. Desde entonces el Valladolid creyó en el milagro de la remontada mientras los jugadores madridistas seguian el balón con la mirada y permitian crecer al cuadro de Mendilibar que como todos los que han pasado por el estadio Madridista quizás mereció más pero no obtuvo nada. Llegabamos al minuto 45 cuando Marcelo desbordaba por la izquierda, recortaba hacia dentro y soltaba un latigazo con la derecha desde fuera del área que se colaba pegadito al palo.
El Madrid llegaba al descanso una vez más ganando con holgura pero sin convencer a la grada.
Tras la reanudación el partido cambió poco o nada, Van der Vaart voluntarioso no aportaba nada, Benzemá desconectado del partido no generaba peligro y de Raúl tras tocar el balón dos veces para marcar dos goles no se sabia nada. El centro del campo madridista habia desaparecido por completo y en defensa volvian las ya habituales concesiones en el juego aéreo y la facilidades al equipo contrario para entrar por las bandas. Albiol se tenia que multiplicar y Pepe más discreto que en otros partidos cumplia con el expediente como buenamente podía. El Valladolid no perdia la fé, y en el minuto 53, un pase atrás errado una vez más por Xabi propiciaba un contragolpe mortal del Valladolid, Diego Costa dejaba solo a Marquitos que con un exquisito toque con el exterior de la zurda ponia el 3-2 en el marcador y reavivaba la esperanza pucelana.
Pelegrini empezaba a ver el partido cuesta arriba y daba entrada al Pipa Higuaín y a Kaká por los ausentes Van der Vaart y Benzemá, y seria el argentino quien en el minuto 79 cerraría el marcador tras pase en profundidad de X.Alonso con una genialidad: el pipa salvaba la salida del portero con una vaselina con el exterior para callar aquellas voces que le acusaban de falta de calidad ante la porteria rival.
Tras los pinchazos esta noche de Barça y Sevilla el Madrid se coloca segundo a un punto de los culés y recupera la ventaja de 3 puntos sobre el Sevilla.
3 comentarios:
Obviamente un equipo que tiene a Cristiano Ronaldo nota su ausencia. Es normal. Pero de ahi a que tenga Cristianodependencia absoluta me parece exagerado. Ayer tampoco jugó Kaká y el Madrid tuvo momentos de juego muy buenos con Granero y Van der Vaart. Eso sí, estuvieron muy intermitentes.
Saludos desde http://paraisofutbol.blogspot.com/2009/10/altibajos-merengues-y-apagon-cule.html
Chechu, yo estoy con Alex, creo que a lo que se refier (o al menos lo que yo pienso) es que para ganar al Valladolid, con todos mis respetos hacia ellos, nos deberia servir hasta el Castilla, pero no jugamos a nada, cuando lleguen retos mayores, si la cosa no cambia, no tendremos un juego colectivo en el que apoyarnos, dependeremos de la calidad individual. Y para ganar a los grandes equipos a base de individualidades tienes que tener al mejor de todos, es decir, a Cristiano.
El Madrid gana, pero no convence ni a sus aficionados. Un abrazo.
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